El paseo para gatos

A menudo tratamos a los gatos como si fueran perritos, pero no lo son, y sus necesidades no coinciden con las caninas. Para muchos perros, el paseo representa un momento fundamental del día para hacer sus necesidades o relacionarse con otros perros.

En cambio, los gatos aceptan cómodamente la bandeja como único lugar para hacer sus necesidades y sus tendencias sociales varían mucho, ya que encontrar gatos desconocidos podría ser muy estresante en lugar de divertido. Además, un gato suele depositar marcas de olor en su territorio, lo cual les resulta sumamente relajante.

Para ellos, salir a pasear implica moverse en un ambiente desconocido sin sus marcas tranquilizadoras. Además, existe el riesgo de que el gato se haga daño o que se lleve como mínimo un buen susto al encontrar perros desconocidos. Con estas premisas, pasear al gato fuera de casa no se puede considerar una necesidad, a pesar de que algunos gatos parecen disfrutarlo.

Para pasearle, lo primero es acostumbrarle al arnés y correa dentro de casa, entregándole premios mientras los lleva puestos. Cuando el gato ya tolera el arnés, hay que elegir horas y lugares tranquilos para el paseo, teniendo en cuenta que lo mejor es pasearlo en un jardín privado donde haya menos riesgos.

Sacarle a pasear podría ser estimulante, pero para muchos de ellos la estimulación es exagerada y la experiencia es más estresante que placentera. La mejor opción es organizar adecuadamente el interior de la casa y enriquecer el ambiente para estimular su exploración, utilizando estaciones de juego o módulos de distracción como el Senses 2.0 Grass Planter de Catit, una buena opción para estimular a tu minino sin necesidad de salir al exterior.