Nuestras mascotas también sufren con el invierno, son más susceptibles a problemas respiratorios y de articulaciones, por la reducción de las temperaturas. En esta época del año, la inmunidad del animal disminuye, lo que aumenta la contaminación por agentes infecciosos y la intensificación de cuadros clínicos relacionados al dolor e incomodidad en las articulaciones, principalmente en las mascotas más viejas u obesas, que pueden incluso presentar alguna patología instaurada como artritis o artrosis.
De acuerdo con la Coordinadora de Desarrollo de Productos para Mascotas de Vetnil, Dra. Carla Coiro, es importante que tengamos cuidado con las mascotas en esta época del año, principalmente debido a que las modificaciones pueden no notarse. “Por lo tanto, para mantener la salud y el bienestar de su mascota, es fundamental observar su comportamiento, las señales como apatía, pérdida del apetito y cambios en la rutina pueden indicar que algo no está normal con su mascota”, explica.
Se recomienda que haya un mantenimiento nutricional adecuado, utilizando suplementos con antioxidantes, capaces de mejorar las defensas naturales del animal. Además, se debe dejar a las mascotas calientitas, utilizando cobijas y mantas en los lugares donde duermen, principalmente, si están expuestos a la intemperie. En el frío, las mascotas buscan ambientes cerrados para calentarse, esto aumenta la probabilidad de transmisión de enfermedades infecciosas. Por eso, para prevenir el contagio se recomienda la vacunación, por tratarse de una medida eficaz contra las enfermedades virales, asociada trambién, a la higiene en los espacios donde la mascota circula y duerme. “Para baño, se debe utilizar agua tibia, enseguida secar el pelo, nunca se debe dejar el animal húmedo, y se debe disminuir la frecuencia, principalmente, en crías y animales viejos. Se pueden utilizar ropas para protección, en especial, en los animales que tienen pelo corto, siempre que salga a pasear con su mascota. Elija los períodos más calientes del día, para evitar el contacto directo del animal con el viento y el frío”, complementa Carla.
Pero si se observa, tos, secreción nasal y ocular, adelgazamiento, dificultad respiratoria, dificultad al caminar, cojera, entre otros, la mascota puede estar sufriendo algún tipo de enfermedad respiratoria o incluso un empeoramiento de enfermedades relacionadas a las articulaciones. “A los primeros signos, busque un veterinario, que a través de una evaluación, podrá indicar el mejor tratamiento y los cuidados de acuerdo con las causas de la enfermedad. En el caso de problemas en las articulaciones, los productos a base de condroitina y glucosamina son fundamentales, pues ayudan en la recuperación y en la calidad de vida”, afirma Carla. Por eso, si identifica algún signo, aunque sea pequeño, el tutor debe llevar la mascota inmediatamente a una consulta con un profesional, pues apenas él puede realizar el diagnóstico correcto e instaurar el mejor tratamiento.