Las pulgas más allá de ser un problema de higiene, constituye un problema de salud. Estos pequeños insectos se alimentan de la sangre de nuestros engreídos poniéndolos en riesgo ya que son transportadores de diversas enfermedades. Aquí te contamos cómo es que estos insectos pueden poner en peligro la salud de tu mascotita:
Al picar a tu mascota para alimentarse, las pulgas depositan saliva. Algunas mascotas son más sensibles a la saliva de la pulga que otras, pudiendo desarrollar alergia, rascándose intensamente y causándose caída de pelo, lesiones en la piel e infecciones secundarias que requerirán de un tratamiento específico. Si la carga de pulgas es importante, la pérdida de sangre podría ocasionar anemia a tu mascota, la cual se manifiesta con palidez, debilidad y decaimiento. En estos casos, es importante llevarlo a un veterinario para que realice el tratamiento adecuado lo más pronto posible. Las pulgas también son vectores de una tenia, por lo cual se recomienda que además de tratar las pulgas, una mascota sea desparasitada internamente con frecuencia.
Finalmente, las pulgas, no solo afectan la salud de tu mascota, sino, también tu entorno en el hogar; recuerda que una pulga podría poner hasta 20 huevos por día, y que estas pueden sobrevivir meses en el área infectada, por ello, te sugerimos hacer limpieza exhaustiva en zonas donde habitan regularmente: bajo el parquet, en los sofás, alfombras y zócalos.
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